
EL EQUIPO GREENLANDER
Un proyecto que nace de la ilusión y el convencimiento por hacer del planeta un lugar
sostenible no sería posible sin un equipo lleno de energía y ganas, muchas ganas.
Jesús, la creatividad como vanguardia.
“Desde pequeño siempre veraneé en el pueblo de mis abuelos. Los largos veranos en
el campo me hicieron enamorarme de la naturaleza. Allí me siento bien, cómodo,
como si fuese parte de ello. Por eso, me veo obligado a cuidar del medio en el que
vivo. Además, tener hijos te hace replantearte todo, ‘¿qué mundo les vas a dejar?’.
Debemos cuidar el planeta, es lo único que conocemos y tenemos. Procuro inculcarles
valores y hábitos beneficiosos con el medio ambiente: el reciclaje, no derrochar, no
contaminar, etc.”
Cristina, todo un mundo eco- digital.
“Soy una chica de campo que vive en la gran ciudad. Tengo la suerte de haber nacido
en una familia con una casa en la montaña. Allí, mis padres y abuelos me criaron
rodeada de naturaleza, inculcándome el valor de la tierra y los seres vivos. Cuando te
crías con esa conexión, valoras más tu entorno. Yo siento la responsabilidad de cuidar
el planeta para que el día de mañana mis seres queridos puedan seguir disfrutando de
él como lo estoy haciendo yo. Creo que todos deberíamos concienciarnos como parte
de esa naturaleza, que la necesitamos para vivir y desarrollarnos conjuntamente.”
Marta, del marketing al campo.
“Disfruto yendo al campo con mi familia. Es impresionante pasear por lugares llenos
de naturaleza, conectar con ella. Veo vital inculcar a mi hija la importancia de cuidar el
medio ambiente para seguir disfrutando de esos paisajes que le dejan boquiabierta. En
casa educamos en el respeto con el medio natural. Con relación a la sociedad, siento
optimismo al ver que la gente está más concienciada con el cuidado del planeta.
Usamos menos productos contaminantes, creo que vamos por el buen camino.”
Ana, la abeja al mando del panal.
“No recuerdo el momento exacto en el que comenzó mi interés por la sostenibilidad.
Creo que, al trabajar desde siempre con el papel, he estado familiarizada con el mundo
sostenible. Siempre he priorizado conseguir una compañía que evolucionase hacia el
mundo eco, teniendo como meta lograr diversas certificaciones medioambientales. Al
ser pioneros en estas materias, logramos atraer clientes con perfil sostenible que
enriquecieron mi formación y sensibilidad al respecto. También tengo la suerte de
haber trabajado con Ong’s e instituciones que han hecho que, a mi interés por la
ecología, se sumen otras variables: igualdad, comercio justo, etc. logrando así un todo
sostenible. Debo confesar que soy una obsesa del reciclaje. Cuando voy a casa de
familiares o amigos, temen por las charlas que les doy si veo que no reciclan como se
debe. ¡No me doy por vencida!”.
Además del equipo que conforma Green-Land, este proyecto cuenta con el soporte
técnico y la asesoría del área de innovación de Advantia, expertos en el mundo del
diseño de producto, la producción y técnicas sostenibles.